Todo comienza a las 5:00 de la mañana, cuando no aguantas en la cama ni un minuto más, apenas has dormido de los nervios y decides levantarte. Bajas a desayunar y se sienten los nervios en la sala de todos los deportistas. Hay un silencio diferente que a uno se le clava a fuego en la cabeza. Te centras en tu desayuno y te subes a la habitación a prepararte.

Coges el bus que te lleva hasta el Lago de Landa, allí comenzará todo.

Entras al Box y das los últimos retoques a tu bici (colocas los bidones, los geles, las barritas, das presión a las ruedas…)

Te pones el neopreno y ves a toda tu familia allí pendientes de ti, no hay dinero en esta vida para devolverles todo el esfuerzo que van a hacer ellos hoy por ti (1ª).

Te abrazas con todos, unos pequeños ejercicios de movilidad articular y escucho los últimos consejos de mi hermano. Nos vamos al agua y que empiece la fiesta!

 

  

8:30 de la mañana, cañonazo de salida y 2.000 personas nos lanzamos a por nuestro objetivo, a por nuestro sueño, por todo lo que hemos luchado durante todo el año para estar hoy aquí.

El recorrido son 2 vueltas de 1.900mt en el lago, muy difícil los primeros 800mt con golpes por todos los lados y sálvese quien pueda. Después encuentras tu sitio y puedes nadar a un ritmo constante. Salimos del agua en la primera vuelta, reconoces las voces de los tuyos mientras vas ciego entrando de nuevo al agua, es impresionante, te da un subidón con el que empiezas la segunda vuelta muy fuerte (2ª). Al finalizarla salimos y comenzamos la T1, todo el público te anima y se vuelca contigo.

 

Cogemos la bolsa donde tienes el casco y debes dejar el neopreno, mientras vuelves a  sentir el calor de toda tu familia, vas a por la bici, gran parte de ellos te están indicando donde la tienes y marchamos al segundo sector (3ª), saliendo de la T1 con 180km de bici por delante.

El circuito de bici consta de 3 vueltas (1ª es de 30km y la 2ªy3ª de 75km). Transcurre por la llanura alavesa, la zona más dura es la que rodea al lago pero tienes un precioso paisaje en toda la zona de Ullíbarri-Gamboa y luego más adelante subiendo a Galarreta. Dese aquí hasta Vitoria tienes 30km muy buenos para darle duro y sentir la velocidad, pero ojo, no te pases que esto es muy largo ;)

Cuando pasas por pueblos como Zalduondo o Salvatierra Agurain toda la gente anima y como siempre digo, se vuelcan con los deportistas.

En cada paso por vuelta entras en Vitoria, y allí, en esa esquina tan a las afueras de la ciudad, está mi hermano esperando a animarme y a oír mis sensaciones durante unos segundos. Ver una cara reconocida, aunque sea un instante, siempre te da fuerzas para seguir adelante un poquito más fuerte (4ª).

Miles de anécdotas tiene cada uno en esos 180km y 5 horas de bici, me picaron dos avispas en la misma recta, una en la pierna y otra en el pecho, pero ahí no se puede detener uno, es tu día y nada ni nadie te lo van a tirar por la borda, se aguanta el dolor y se sigue pedaleando para olvidarlo.

 

Llegamos a Vitoria después de 180km circulando a gran velocidad por el centro de la ciudad hasta llegar a la T2. Todo el mundo está en la calle, la gente se deja la voz por animarte, llegas a zona de transición y das tu bici a la organización para que la guarden, en ese momento todo el público está golpeando las vallas mientras corres a la carpa donde está todo el material. Se unifican los golpes y gritos, al compás de la música de tambores y trompetas en una placentera melodía que te pone la carne de gallina, en ese estrecho pasillo donde sientes los aplausos y palmadas en las espalda. Dejas el casco, coges tus zapatillas, la visera y los geles para afrontar la maratón.

 

Comienza el último sector, los 42km de carrera por un precioso circuito de Vitoria formado por 4 vueltas de 10,5km. Zonas muy céntricas que favorecen la multitud de personas por los parques, plazas, calles peatonales... Es bastante atractivo porque siempre tienes algo que mirar y no se te hace tan pesado. Los avituallamientos están llenos de niños que te dan lo que les pidas agua, isotónico, fruta, esponjas húmedas... Una auténtica pasada la organización.

 

Cuando di la primera vuelta me di cuenta que tenía a toda mi familia distribuida por los 10km del circuito para poder animarme, sé que soy un pesado pero cuando vas al límite, ver unas caras conocidas gritándote puede llegar a ser el mejor regalo de esta vida (5ª).

 

Marcamos un ritmo fijo para intentar estar cerca de las 10 horas de competición, mi hermano pendiente en todo momento me dice que si puedo ir a 5´/km lo conseguiría y vamos a ello.

Marcamos el paso de la media maratón en tiempo, a 4´57´´/km, pero en el km23 me vino el mazazo más grande que he sufrido en mi vida, se me subieron los isquios y abductores, tuve que luchar contra ello los 19km que faltaban.

En ese momento es donde la cabeza te puede fallar y el cuerpo te pide abandonar, pero después de estar todo un año entrenando para ese día, de todo el esfuerzo de tu gente por ir hasta allí y aguantarte, uno no se puede retirar, seguimos como pudimos, con mucho dolor pero se continuó y se sufrió para conseguirlo.

En este tramo nos empezamos a adelantar unos compañeros a otros, yo fui el primero en caer y ser pasado por Saúl, Álvaro y Pablo. Luego explotó Saúl y le pasamos todos y finalmente cayó Álvaro y también le pasamos. El que estuvo más entero fue Pablo y así lo demostró llegando el primero del Triatlón Salamanca.

 

La entrada en meta en la Plaza de España es de las imágenes que a uno no se le puede olvidar jamás. Toda la plaza a abarrotada de gente, las gradas supletorias totalmente llenas y abrazarte con toda tu familia, hacen que sea la entrada a meta más bonita que un Triatleta pueda tener.

 

Por último agradecer y mencionar por sexta vez a toda las familias, compañeros y amigos que fueron allí a animarnos durante las 10-11horas que estuvimos Las Calaveras compitiendo, vosotros sois los auténticos IRONMAN!

 

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